¿Ruta rodadora? Nooooo,...enredadora:
Más serpenteante que la bicha que nos hemos encontrado en la carretera, el GPS más despistado que si hubiese pasado la noche de fiestuqui, los "pros" tirando por el primer camino que se encuentran si apunta hacia el cielo (aunque sea un callejón sin salida), alguno al que le flaquea un pelín la motivación y se dedica a autopincharse repetidamente las ruedas (pues no te has librado ni por esas)...
Menos mal que en el almuerzo las chicas del este han estado encantadoras, condescendientes y prestas en servirnos; la cerveza estaba glacial y los bocadillos no nos han lastrado en absoluto la vuelta.
Tras árduas deliberaciones, y considerando que peligraba la integridad matrimonial de algún asistente, el grupo ha decidido posponer el ataque al Picayo para mejor momento.
Lo mejor, como siempre, la compañía.
Y le cedo el turno a los otros dos grupos.
Pica Yo....... picar, picar no lo se, pero morder si que tenia ganas la culebrilla, no veas como abría la boca y como se engancho al guante de Salva..... Anécdota zoológica aparte, nos juntamos puntuales y con ganas de rodar en el Km 0. Ya se van viendo caras que aun no han empezado en serio la temporada como Rober y Marcos y componentes que cada vez mas van siendo asiduos como Jose (joder con el cuñado del Z, como va el tío) también nos acompaño en esta ocasión Ponce (también conocido como pinchito jajaja.). Los primeros claros del día nos pillan ya serpenteando entre las huertas y zasca primer pinchazo, reparamos y nos quitamos algunas prendas de abrigo y marcha. Empezamos a darnos cuenta de que Salva a dejado el GPS en casa y lo que lleva en el manillar es una carcasa del chino que nos indica el track a su antojo. Que las antenas están en esta direccion, pues el puto GPS que no, que pal otro lado. Despues de un barranco, que yo aun no se ni donde lo pillamos, un super rivazo en un campo de naranjos, el segundo pinchazo (joder con las bandas anti- pinchazos. ) y el ataque a la cima del pico del Aguila, por donde nunca me imagine que lo subiríamos, enfilamos las horquillas a por las rusas. Copioso almuerzo, con la cerveza caliente, subsanado con un estupendo cremaet. De nuevo a dar pedales, con el reloj ya presionando, los chicos de cabeza se saltan un cruce y nos comemos un rampon sin salida de mas de kilometro y medio que tenemos que desandar, para subir por la pista correcta que nos lleva a la base de las antenas. Sin tiempo ya para acercarnos a la cruz del mirador y con algunas que otras piernas empezando a notar los Km nos tiramos como posesos hacia Alfinach. El GPS a su marcha, hasta que decidimos pasar de él y pillar la antigua carretera de Barcelona par rodar hasta casa. Ufffff....... 70 km y muchos calambres y algún que otro pajaron después, todos en casa con la satisfacción de una buena ruta y unas buenas risas como recompensa en la Buxaca. Hasta la proxima.!!!!! que se promete igual o mas intensa....... ahi queda eso.
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